Hasta julio de 2024, el ministerio de Sanidad gazatí ha señalado un aproximado de 37 mil muertos y 86 mil 858 heridos en Palestina, una cifra atroz que nos hace preguntarnos el contexto en que estos asesinatos pueden seguir cometiéndose con impunidad, y cómo es que a la largo de los años se ha construido este camino de destrucción.

Para tener una visión más clara sobre la ocupación, podemos hacer una rápida revisión al punto de inflexión en esas tierras, a la forma autoritaria en que esta región fue seccionada y repartida con la creación de Israel.

En  1917, con la  Declaración Balfour, los británicos se comprometían  a construir «un hogar nacional judío en Palestina», región que abarca, aproximadamente, el territorio entre el mar Mediterráneo y el valle del Río Jordán (de oeste a este). Después de años de conflictos ante esta idea, entre 1946 y 1947 el problema queda en manos de las Naciones Unidas, quienes dividen el  territorio de Palestina entre el estado judío y el árabe.

Ambos bandos quedaron insatisfechos con la decisión, lo que provocó “la formación de grupos paramilitares de defensa por el lado de Palestina, y el inicio de la expropiación territorial por parte de Israel” como se emociona en el artículo “Palestina: breve historia de una tierra siempre en disputa”.

 ”Estos lograron conquistar más territorios de los asignados por la ONU y crearon de forma unilateral el Estado de Israel, causando en el proceso la destrucción de la mayor parte de la Palestina histórica en 1948. En consecuencia, el pueblo palestino fue expulsado a otros países árabes”.

Actualmente, es importante recordar que el papel de los medios de comunicación ha resultado clave para entender la difusión y lectura de esta información, de las ideas que rodean y buscan dar legitimidad a la ocupación de Palestina: un claro ejemplo fue el alcance de las fake news después de la escalada del conflicto ocurrido el 7 de octubre en Israel, donde más allá de dar un reporte verídico y sensible para las víctimas, muchos medios israelíes e internacionales se concentraron en revictimizar, exagerar y dar cabida a narrativas discriminatorias.

En el video reportaje de AjPlus “Noticias falsas sobre Palestina: medio israelí confirma desinformación”, se nos da a conocer como Haaretz, medio de comunicación israelí, desmintió varias noticias que habrían servido para desinformar y perpetuar pánico en la población, como la de los “40 bebés decapitados”, o la de los niños supuestamente “atados y quemados”, cuya aceptación había sido grande en los días posteriores al ataque.

Otro ejemplo son películas donde los palestinos son retratados como un enemigo a vencer, que se menciona en el video-reportaje de AjPlus en español “La influencia de Hollywood en la imagen de Israel y Palestina”:

 “La película Éxodo fue clave en la formación del apoyo y aceptación de Israel en Estados Unidos […] La “buena reputación” de Israel en Hollywood también significa el estereotipo e invisibilización de Palestina. “

 Bajo este contexto, también podemos mencionar el no tan lejano caso de la participación de Israel en el Festival de la Canción de Eurovisión, donde lleva participando desde 1973. Este año desató una fuerte polémica porque su cantante,  Eden Golan, presentó un tema que hacía referencia al 7 de octubre.

Esto provocó una gran movilización entre artistas que exigían que  la cantante saliera de la competencia, pues se considera un concurso apolítico y del que ya existe un precedente de expulsión ante acciones violentas de un país, como fue el caso de Rusia con la invasión a Ucrania.

Me parece importante remarcar estos ejemplos actuales que se instalan en la vida cotidiana de las personas alrededor del conflicto y que poco a poco han normalizado acciones violencia escudadas en la “defensa”, lo que me hace preguntarme: ¿el contenido que consumimos en noticias, música y hasta programas de televisión puede afectar la opinión pública sobre la ocupación? ¿Cómo podría desde mi vida cotidiana, dar cabida a narrativas alejadas de la discriminación y la legitimización de acciones violentas contra Palestina?