Cuando el partido de la primera semifinal de la Copa Mundial Femenina de  la FIFA 2023 comenzó, ya se sabía qué equipo estaba a la defensiva y qué equipo estaba protegiéndose. España atacaba en cada oportunidad que tenía con la delantera Mariona Caldentey y Aitana Bonmatí. Mientras que las suecas Fridolina Rolfö y Sofia Jakobsson hacían sudar a las contrincantes cada vez que acercaban el balón a su portería. Los primeros 70 minutos fueron tensos, se esperaba con paciencia el primer gol, tal vez de Suecia, tal vez de España.

El balón iba de un extremo a otro de la cancha, cuando se movía era por los aires. Pronto las españolas comenzaron a llevar el balón hasta la portería contraria corriendo desde la mitad del campo hasta alcanzar peligrosamente las inmediaciones de la portería sueca. A diferencia de la selección japonesa, las españolas llegaron con la idea clara de terminar este partido con la victoria.

A los 74 minutos se dio a conocer que la selección sueca tenía un porcentaje bajo de prevalencia del balón con 13% frente al 73% de España. Sin embargo, las posibilidades de goles habían sido igual de cercanas entre los dos equipos. Varias veces, quienes apoyan a ambos equipos, suspiraron de emoción ante los tiros largos de las suecas.

El primer gol de infarto lo vimos a los 80 minutos del partido cuando la delantera Salma Paralluelo logró librar la guardia de las contrarias. Sin duda fue complicado, pero ellas llevaban una hora jugando con todo lo que tenían y Paralluelo acababa de entrar a la cancha. La futbolista de 19 años enorgulleció a su público y compañeras, la locura se disparó en el estadio. En ese momento se paladeó la final con las españolas como contrincantes

Esto rápidamente cambió cuando la selección sueca anotó su primer gol, solo con 6 minutos de diferencia. Faltaba poco tiempo para dar por terminado el partido cuando las españolas lograron anotar otro gol en el minuto 89. Necesitaban resistir el final de los 7 minutos adicionales. La tensión se hizo presente de nuevo, si Suiza anotaba otro gol sería incierta de nuevo la final. En los últimos 60 segundos la selección Suiza apuntó a la portería contraria y la arquera tomó la pelota entre sus brazos cuando el tiempo terminó. Ya teníamos a España en la final, fue un partido entre titanes que desbordó toda la potencia de las jugadoras.

Mientras que Australia contra Inglaterra, se esperaba que ganara el equipo que jugaba en casa, se mostró un resultado completamente diferente. Quienes jugaban como invitadas se metieron hasta la portería y anotaron tres goles que las llevaron a la final.

Desde los primeros minutos las australianas se veían tranquilas, incluso cuando las inglesas se les acercaban peligrosamente, ellas perdían el balón casi de inmediato. El primer gol fue por parte de Ella Toone en el minuto 35. Pronto la selección de playera amarilla tomó el reto e intentó igualar las condiciones.

Se notaba la fiereza de los movimientos después de los 30 minutos del equipo australiano, que decantaron en el primer gol del partido por la número 20, Sam Kerr, quien lo logró prácticamente sola. Corriendo casi desde la mitad de la cancha hasta la cercanía de la portería contraria. Minutos después Kerr casi repite gol pero Jess Carter la detuvo con una barrida.

Lauren Hemp en el minuto 70 anota después de un servicio de punta a punta de la cancha. A pesar de la presencia de tres elementos de la selección australiana presentes, la inglesa logró asentar el gol. Ellie Carpenter y la arquera, Mackenzie Arnold, no lograron detener el balón, como si se hubieran malentendido en la defensa.