Es diciembre. Te encuentras en medio de una plaza comercial llena de luces y colores; por el altavoz se escuchan villancicos navideños y, rodeándote por todos lados, hay caras alegres, riendo, gritando saludos, encontrándose con amistades, familia, parejas; hay intercambio de besos, abrazos y todo parece ser armonía y felicidad. Pero de alguna forma, tu te sientes ajena/o a todo esto, como si estuvieras en tu propia burbuja, sin poder conectar con la algarabía que hay a tu alrededor.

Algo así es lo que sienten las personas que sufren el llamado “Christmas blues”, “Holiday blues” o también nombrada “depresión navideña” en español; un nombre que encapsula una serie de afecciones a la salud mental como la ansiedad y la depresión, que a su vez generan tristeza, sentimientos de abandono, cansancio, estrés.

¿Qué son los Christmas Blues?

El Christmas Blues es una afección a la salud mental que puede sucederle a cualquiera, incluso a quienes más aman la temporada navideña y que, a lo largo de su vida, siempre han disfrutado las épocas decembrinas, pero que de pronto se encuentran sin ánimos de hacer ninguno de los rituales que solían esperar con ansias. No obstante, de acuerdo con especialistas en salud mental, si eres una persona que ya ha recibido un diagnóstico de enfermedad mental previo (como depresión clínica, bipolaridad, etc), tienes un mayor índice de probabilidad de padecer una depresión navideña.

El Holiday Blues puede originarse de la pérdida de un familiar o amistad con quien se tenía un fuerte vínculo y/o que ayudaba a hacer las celebraciones navideñas más alegres, también puede nacer de sentimientos de abandono, causados por estar lejos de seres queridos, o por tener una dinámica familiar conflictiva que genera tensiones durante las reuniones que surgen en estas épocas, o puede surgir de la frustración originada por expectativas irreales de la celebración.

Durante años, los medios de comunicación, por medio de la publicidad, las noticias y las películas, nos han dicho cómo deben de ser las fiestas decembrinas y qué tipo de emociones debemos de tener con ellas, se nos dice qué alimentos consumir en nuestras reuniones, cómo debe de lucir nuestra celebración, quienes deben de formar parte de ella, e incluso se marca el nivel de éxito de la celebración con base en cuantos regalos se recibió ese año; sin embargo, en muchas ocasiones, ya sea por falta de dinero, conflictos familiares, viajes de negocio, o por elección propia, no se llegan a conseguir tales estándares, lo que genera una tensión dentro de la persona, y un sentimiento de insatisfacción que permanece con ella por el resto de la temporada.

Otras posibles causas para esta afección son: la falta de sueño (originado por el estrés de la temporada, de las compras, del dinero, de buscar hacer felices a todas las personas que amamos), el consumo excesivo de bebidas alcohólicas (sobre todo si se tiene un diagnóstico previo de depresión) y comida azucarada o con un nivel excesivo de calorías, así como el cambio climático y de temperaturas (sí, así como lo lees, el tener mayores días nublados que soleados y el aumento de frío, afecta a la glándula pineal, que a su vez, impacta el funcionamiento hormonal, que, finalmente, cambia nuestro estado de ánimo, haciéndonos más propensos a estar tristes en esta temporada invernal).

Pero, ¿yo cómo sé si estoy padeciendo Holiday Blues?

Lo primero que hay que entender es que cuando se trata de salud mental, cada caso es diferente, no todas las personas logran tener el mismo nivel de funcionalidad cuando están tristes o ansiosas, ni tampoco manifiestan estas emociones o padecimientos de la misma forma. Dicho esto, existen algunos síntomas que pueden funcionar como indicios para reconocer si tú o alguien cercano/a a ti esta pasando por este padecimiento:

-Cambios de apetito y/o peso.

-Cambios en el patrón de sueño.

-Estás irritable.

-Tienes dificultad para concentrarte

-Te sientes más cansada/o de lo habitual.

-Tienes sentimientos de culpa o de que no sirves para nada o no estas haciendo lo que deberías.

-Te sientes tensa/o, estresada/o, o preocupada/o

-Pérdida de placer por hacer actividades que antes disfrutabas.

Cabe resaltar que, en cualquier caso, es importante siempre acudir con un especialista para recibir un diagnóstico adecuado, así como una orientación personalizada.

Ok, estoy triste, ¿pero es solo por la Navidad?

Es importante aclarar que no es lo mismo un Holiday Blues, que una depresión decembrina, la cuál ya es clasificada como un Trastorno Afectivo Estacional (TAE), ni que una depresión crónica o clínica. Las primeras dos se diferencian de la tercera debido a su temporalidad, pues están ancladas a un evento en particular o a un periodo estacional, de no más de 6 meses y que se relaciona con cambios de clima y temperatura además de otros factores externos que funcionan como disparadores de la depresión; mientras que la depresión crónica o clínica permanece de manera constante en la persona, independientemente de una estación o evento particular (aunque éstos pueden incrementar los síntomas usuales).

Ahora bien, la diferencia entre un TAE y una depresión navideña (Christmas blues), está en la intensidad de la sintomatología. Mientras que un TAE es más intenso y dura por más tiempo, usualmente comenzando en noviembre (en cuanto se comienzan a sentir los cambios de estación), y se puede prolongar hasta primavera, la depresión navideña se limita a Noviembre y Diciembre, fechas en las que los preparativos y las reuniones navideñas están en su apogeo, y termina máximo un par de semanas pasado Año Nuevo.

Existe una cuarta condición llamada Post-Holiday Blues, que describe la tristeza cuyo disparador es el término de la Navidad y la temporada de reuniones familiares y de amistades, precisamente por implicar un alejamiento de seres queridos y un regreso a la rutina. Tampoco suele durar más allá de enero.

Si existe una prolongación en cualquiera de estas afecciones, se recomienda acudir con una persona especialista para un diagnóstico y tratamiento especializado. Algunas líneas de atención psicológica gratuitas son: Call Center de la Facultad de Psicología 56 22 22 88, Chat psicológico de LOCATEL 555 658 1111, y Medicina a distancias de la Secretaría de Salud 555 132 0909.

Sobreviviendo a la Navidad: recomendaciones para el cuidado de tu salud mental

Siempre, cuando se trata de salud mental, el primer paso es identificar la causa de tus emociones, ya que conociendo el origen de lo que sientes, puedes comenzar a hacer preguntas relevantes como “¿Puedo tomar acción sobre lo que estoy sintiendo en este momento?” o ¿De qué formas puedo cambiar mi circunstancia de tal forma que me sienta mejor? Lo que tales preguntas ayudan a hacer es a tener un plan de acción, que elimine la incertidumbre que causan algunos episodios de ansiedad o depresión y ayude a poner metas sencillas a corto plazo para mejorar el estado de ánimo en el que nos encontramos.

Una de las principales recomendaciones que otorgan las personas especialistas en psicología alrededor de emociones de tristeza es aceptar esa emoción. Nuestras emociones siempre nos comunican algo, y son herramientas imprescindibles de protección: así como el enojo es la forma de nuestro cerebro de indicarnos cuando estamos sufriendo una injusticia, la tristeza puede indicar que nos debemos de separar de un estímulo, o que debemos de cambiar un aspecto de nuestras celebraciones que ya no nos están brindando alegría. Lo más importante siempre es validar nuestras propias emociones, sentirlas, entenderlas y comenzar a actuar desde ahí.

Otra cosa que se debe de tener en cuenta durante estas fechas, sobre todo al consultar redes sociales, es recordar que los momentos felices son solo eso, momentos, y que es imposible que las personas que sigues en tus redes estén constantemente teniendo las celebraciones perfectas; como todo en la vida, existen altibajos, y lo que se muestra en redes es solo un momento de ello. Si lo que estás viendo en la pantalla, te está afectando, entonces es momento de considerar cerrarlas por un tiempo, quizá desinstalar la aplicación por el resto de diciembre, o aplicar algún tipo de control de equilibrio digital que te impida entrar a esa app en particular durante un tiempo.

Si las tradiciones que tienes en este momento son dolorosas porque te recuerdan a alguien, porque te obligan a convivir con alguien con quien ya no te llevas, o simplemente no tienes muchas tradiciones ni invitaciones a festejos, comienza tus propias celebraciones, invitando solamente a aquellas personas que te hagan sentir segura/o y con quienes sientas una conexión emocional positiva, no importa si son pocas, lo importante es que te provean estabilidad y paz mental.

Pasar tiempo en lugares abiertos, como parques, jardines o bosque puede ayudar a mejorar el ánimo, así como realizar algunos actos de amabilidad o caridad que otorguen un propósito a esta época más allá de buscar el regalo perfecto u organizar la fiesta perfecta. Busca mejorar tus hábitos de sueño y de alimentación, recuerda que el alcohol muchas veces incrementa los sentimientos de tristeza.

Ahora bien, si el disparador de estas emociones navideñas depresivas, proviene de tu familia, ya sea porque estás lejos de ella o porque ciertos miembros de ella hacen las reuniones incómodas para ti, puedes buscar conectar con otras personas para tener momentos tuyos con gente que consideres tu red de apoyo y lugar seguro.

Y, lo más importante, es recordar siempre ser paciente y amable con una/o misma/o. Somos nuestro propio hogar, y nuestras emociones son solo una extensión de nosotras/os mismas/os.