Las mujeres en México han estado envueltas en la política desde 1955 y desde ahí han caminado como ciudadanas, senadoras, candidatas, alcaldesas, gobernadoras. Las candidatas a la presidencia de 2024 no han sido las primeras. 

Han tomado los lugares que les competen y que son de ellas. La diferencia es que han quedado en el olvido, o en cambio, destacó otra figura política, la mayoría de las veces, un hombre.

Foto: Archivo General de la Nación
Foto: Archivo General de la Nación

México tendrá a su primera presidenta (sino es que para el momento en que esto se publique, ya la tiene). Hablar de la mandataria es ir más allá de partidismos, colores y trayectorias. Es intercambiar un diálogo con la sociedad mexicana. Una sociedad destacada por relegar el trabajo de las mujeres a otros, reconocerlas como títeres de altos mandos o minimizar su trayectoria y capacidad.

Las miradas han estado puestas en ellas, tristemente, en sus cuerpos, lenguaje verbal o físico, vestimenta e incluso sus emociones, pero no sobre las respuestas y propuestas que han dado a las demandas y críticas sociales.

Quien tome el cargo, debido a la carga simbólica que esta elección trae consigo, tiene grandes deudas con las poblaciones más vulnerables. Ellas tienen una agenda pintada del partido político al que representan, pero escuchar a la ciudadanía será importante.

A la sociedad mexicana le compete dejar de lado su inconsciente machista y sexista para calificar a la portadora de la Banda Presidencial. Para reconocer a una candidata y presidenta como buena o mala, habrán de pasar seis años e implica no hacerlo desde el hecho de que es mujer, sino tomar en cuenta sus aciertos y errores.

Las elecciones del 2024 serán históricas y simbólicas. Probablemente para el imaginario colectivo ya es posible que una mujer ocupe el alto mando del poder. Ya es una realidad que los nombres de las candidatas presentes y futuras se quedan en la memoria de las y los mexicanos, ya son altas las posibilidades de que se sume una mujer a escribir la historia ejecutiva del país. México, ¿estás preparado?