Las crisis rompen, en soledad más. Los diversos mandatos sociales sobre cómo actuar, cómo hacer las cosas, cómo sentir llegan hasta los rincones más íntimos de la existencia. Lo público repercute en lo privado. ¿No es parte de su responsabilidad atenderlo?

En el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) en el Palacio de Minería tuvo lugar la presentación del libro A toda teta. Las lactancias maternas como fuerza amorosa desde las voces de sus protagonistas. La mesa estuvo integrada por las autoras Georgina Sánchez Ramírez, Carolina Guerrero León y la presentadora Julieta Ponce.

Julieta esbozó brevemente el contenido del libro alabando la virtud de sus argumentos y la osadía de hablar sobre las dificultades públicas y privadas de la lactancia. Las primeras están vinculadas a expectativas sobre el maternaje y el amamantamiento, y los juicios de exhibir los pechos en lugares “indebidos”.

Entonces hubo preguntas sobre los lactarios. ¿Cúspide de políticas públicas o estrategia neoliberal en las empresas para que las mujeres lacten mientras trabajan? 

Tanto Carolina como Georgina concluyeron que estos representaban una fase, ya que con lugares especiales las mujeres tendrían más comodidad que en un baño o el coche. Aunque también pueden representar una forma violenta de esconder las tetas.

“Los lactarios son solo un paso, 

queremos una cultura de nutrición emocional 

donde fluyan las leches maternas”
Georgina

Entre las dificultades privadas, según el resumen de Julia, abordan el papel protagonista del cuerpo de la madre y se refieren a la salud mental por crisis del postparto. Ambos temas se vinculan con la palabra: dolor.

El posparto te expone de una forma muy viva a las emociones 

de toda tu experiencia vital. 

Al final, si no tenemos de frente a una persona que respeta este proceso, 

podemos minimizar lo que en medicina podrían llamar dolor. 

¿Te duele? pero si no tienes nada. 

Carolina

Es por eso que la propuesta de las autoras es un llamado a la sociedad para ser más empática con la salud mental y física de las madres y quienes amamantan. Es, además, una propuesta hacia la colectividad, el acompañamiento, la escucha y el respeto. 

 “No hay crianzas y ciris más violentas 

que las pasan en solitario. 

Necesitamos seguir haciendo comunidades, 

modernas y de acuerdo a cada contexto, 

de apoyo común, de solidaridad común”

Georigina

Su libro habla, sin romantizar, del amor que se crea el vínculo cercano de dos personas cuando se amamanta y de la ternura con la que se trata. Su libro habla de la resistencia de la decisión de amamantar y de la emocional del proceso postparto.

Las autoras continuarán con la presentación de libro el 9 de marzo en Mérida, en abril en San Cristóbal de las Casas y en Junio regresan a la CDMX.