Una Carta a la DesAmistad
“El duelo de no sabernos más juntas,
de pasar de nombrarnos hogar
la una a la otra
a ser desconocidas que se reconocen de lejos,
sonríen, dicen hola y luego se van
¿Cómo se crece tan rápido en caminos distintos?
¿A dónde va todo el amor que no se entrega?
-Blanca Quiñonez ´Sobre terminar una amistad´
Poco se habla de las desamistades, no hay estudios sobre el proceso de duelo de perder una amistad, y no cualquier amistad, a tu mejor amiga. ¿Sabías que hay más estudios antropológicos y científicos sobre qué les parece más atractivo a los hombres en las mujeres? Patético.
En esta nota quiero que resignifiques conmigo el 14 de febrero centrándonos en la amistad, y que aceptemos que no solamente es un día para celebrarlo sino también para llorarlo. Es demasiada mercadotecnia sobre el idealismo de la amistad perfecta, grupos de chicas que un día sencillamente hicieron clic convirtiéndose en almas inseparables, y el peor concepto de todos, el más dañino, romantizado por incontables películas, el tortuoso “mejores amigas por siempre” (te prometo que lo desglosaremos más adelante de la mano de una experta).
Pero creo que está bien darnos ese día para recordar, estar nostálgica y dejar que duela aceptar ya no ser una amistad. Es difícil tratar de poner en palabras una experiencia que apenas empezó a nombrarse, hoy en día sigue siendo nuevo el tema de la descentralización del vínculo sexoafectivo con parejas románticas para darle el merecido reconocimiento al papel que juegan las amistades en nuestras vidas y lo maravilloso que es contar con la famosa “red de apoyo”; ahora imagínate pasar inmediatamente a la desromantización de este concepto y aceptar que la amistad tampoco es un cuento de hadas y que las amigas tampoco son quienes te salvan en la vida real.
El cuento de “La Mejor Amiga”
En su libro “¿Amigas para siempre?: Rupturas, mitos y realidades de la amistad entre nosotras”, Claire Cohen nos lleva por todo un viaje personal sobre su propia experiencia creando, deseando y deshaciendo sus vínculos de amistad con mujeres, donde el tema central de este ensayo es poner sobre la mesa porqué sigue siendo tan complicado hacer, mantener y, en su debido caso, romper amistades entre nosotras.
El concepto que más me resonó, porque ha sido un objeto de deseo constante desde mi niñez, es tener la famosa mejor amiga eterna. Ya sea que la encontrara en la escuela, en el trabajo o de casualidad por estar en el tiempo espacio adecuados; yo no solo quería, necesitaba SER la mejor amiga de alguien, que una mujer fuera de mi familia me quisiera tal y como soy, bromeara conmigo, fuera ese hombro incondicional para llorar o maldecir, hacer pijamadas, ir corriendo a su casa cada vez que lo necesitara sin importar la hora… y ¿saben qué? Sí la tuve. Las tuve, y jamás se me había roto tanto el corazón como cuando acepté que no era mi destino ser la mejor amiga eterna de alguien, solo mientras se cumplía el ciclo.
Quiero expresarte aquí que el concepto de la “BFF” es una carga demasiada pesada, está construida de un deber ser insano e inalcanzable. Es cansadísimo siempre tener que estar, siempre responder a todas las llamadas de auxilio, siempre contarle toda tu vida a una sola persona esperando que sea esa contención que te guíe a la epifanía que cambie tu vida. Pero es todavía más cansado estarlo esperando. Y cuando al fin te das cuenta que es un acto sumamente sofocador poner tu vida entera en un solo par de manos, ya es demasiado tarde. No es hasta después de la gran pena que eres consciente que “la mejor” amiga no existe.
¿La mejor en qué?, se pregunta Cohen, ¿en ser incondicional? La incondicionalidad no hace otra cosa más que alimentar la idea de una relación unilateral. Refuerza el romanticismo del que se le ha cargado a las relaciones sexoafectivas ahora, en la amistad. Así como hemos llevado a la deconstrucción el amor romántico de parejas, también debemos de deconstruir el amor romántico de la amistad y dejar de asumir que siempre van a estar.
Cuando aceptas que tu amiga tambien es humana, que no existe una amistad perfecta, sino una en el constante ciclo de construcción, adaptación-reflexión conforme al paso del tiempo y experiencias, te liberas. Aprendes a amar, a compartir desde la libertad, te vuelves consciente de que esa libertad también implica que, tanto tú como ella, pueden irse en el momento que quieran (más no sin dar explicación) y que no por eso van a dejar de ser “mejores amigas”, solo aterrizas que en la realidad está bien tener “la mejor amiga del momento”. Incluso yo te invitaría a cambiar mejor por constante. Creo que se escucha menos abrumador.
Aprendiendo a romper con las amigas
Si compartiste un amor tan profundo con esa amiga se merecen una despedida justa. Claire nos invita a reflexionar sobre: ¿Realmente estamos destinadas a pasar nuestra vida sin prestarle tanta atención a nuestras amistades como lo hacemos con nuestra relaciones amorosas? Apenas estamos aprendiendo a valorar la conexión de amistades femeninas. Por lo mismo, no podemos dejar fuera normalizar que está bien que las amistades duran cierto tiempo, lo que no es correcto es no dignificar el tiempo compartido con solo alejarse sin ofrecer un motivo.
Es humano también tener este tipo de conversaciones incómodas con nuestras amigas, aprender a despedirnos desde la gratitud, el amor y la dignidad. Así rompemos con los horribles prejuicios que impone Hollywood sobre que la amistad entre mujeres sólo termina si se arma un drama digno de Broadway.
Tengan esa cita en su café favorito, sé honesta, explícale porqué sientes que la relación ya no está siendo buena. No necesitas grandes motivos, a veces se crece en direcciones opuestas y está bien. Incluso si es una amiga que solo te está lastimando, por respeto a ti y para poder para empezar tu proceso de duelo, busca la manera de despedirte. Es importante empezar a visibilizar ese cierre con nuestros vínculos amistosos, permitirse el sufrirlo, no reproducir la frase “tengo más amigas”, porque no, nadie es reemplazable, y menos las amigas con quienes compartiste momentos tan específicos de tu vida.
Seguirá siendo muy doloroso, espero ayudarte a que duela, porque si duele, se puede sanar.
Nadie nos enseña a ser amistades, por lo tanto sabemos menos sobre cómo ser desamistades. Haber sido mala amiga en algún momento o con alguna persona no te define como “mala amiga para siempre”. ¿Ahora entiendes un poco más porque también es peligroso el para siempre en las mejores amigas? Porque entonces, si termina esa relación te auto bautizas con el fracaso de mejor amiga y te condenas con el grillete de que nunca más volverás a tener una mejor amiga. Libérate, y libera a esa desamistad de la sentencia. No son unas fracasadas, solo se terminó el tiempo, y como en todas las relaciones, no es una cuestión de culpas, sino de responsabilidades.
Siembra el jardín, no la plantita
Si el principio y el final son tan complicados, ¿por qué no, mejor enfocarnos en el desenlace? No centremos toda nuestra energía en cosechar una sola semilla.
La naturaleza misma lo enseña, si solo decidimos cortar una flor del jardín y pasarla a una maceta dentro de nuestra casa, tarde o temprano, esa florecita apartada de toda la diversidad que conforma su ecosistema, va a morir. Y tú, que enfocaste todos tus recursos en esa maceta, habrás olvidado que desde un inicio tenías un jardín porque sabes que una sola florecita no puede absorber toda la belleza ni cumplir con todas las propiedades que tiene cada árbol, arbusto o rosal, pero no lo harás consciente hasta que voltees a ver por esa ventana que el resto del jardín está empezando a secarse.
Si entendiste esto, entendiste todo. Así como las estaciones, los ciclos de las amistades son necesarios para que todas las personas involucradas en ese cosmos sean valoradas, crezcan, florezcan y que cuando llegue el tiempo de marchitarse, tú estés tranquila de que la amistad no es dependiente de un puñado de tierra, sino de todo un huerto que te alimentará, proveerá y cuidará según el tiempo que quieras y necesites.
El disfrute de la permanencia viene de saber del final, sabes que algún día acabará, pero también algo estará por iniciar, y algunos vínculos sencillamente están y luego no. Romper con la pirámide, para darle lugar al círculo, además, da más espacio mientras brinda esa flexibilidad.
Como he dicho, es natural haber tenido más de una mejor amiga a lo largo de nuestra vida, sin embargo, creo que muy pocas nos hemos despedido de la manera que nos hubiera gustado: con más ternura, honrando el compañerismo brindado. Así que en honor a todas esas desamistades. Quiero abrirte mi corazón y dejar plasmado todas esas cosas que me falto decirles cada una de mis mejores amigas que ya no están, que cumplieron su ciclo, ya sea que hubiéramos quedado en malos términos o simplemente nos distanciamos, vale la pena hacerles saber cuánto las quise y cuanto me duelen.
Si te soy honesta, hay una mujer en especial para quién dedico esta carta.
Espero de corazón puedas leerla.
A MI MEJOR DESAMISTAD
Me niego a aceptar que solo estuvimos unidas por el dolor,
y ahora que ya no tenemos las mismas heridas, ya no quedaba nada entre nosotras.
No sé cómo terminar de despedirme, no sé como dejar de llorar cada vez que nos recuerdo. No sé cómo dejar de necesitarte, de que cada vez que siento que soy demasiado caos, correr a tus risas era mi alivio, no sé como hacer todo esto sin ti.
Pero debes saber: Siento que soporté más allá de mi límite porque creí que te debía algo, creía que me estabas haciendo el favor de ser mi mejor amiga y por eso justifique tantas veces tu falta de reciprocidad, tu ausencia en mi cotidianidad; pero mi demandante presencia en tus imprevistos no podía faltar.
Me dolió saber que cuando decidí tomar mi distancia y marcar de manera tajante mi límite, tú no me buscaste, siento que ni siquiera te inmutaste por mi contundente borrón de ti, al contrario, lo aceptaste y alimentaste. Me dolió porque de haber sido al revés, te juró que yo te hubiera buscado, no te hubiera dejado ir porque de verdad tú eras mi mejor amiga, un pilar en mi universo entero. Parte de lo que soy ahora te lo debo a ti. ¿No lo sabías? ¿Por qué me liberaste tan fácil?
Ya no quiero reclamarte, ya no quiero reclamarme. Quiero perdonarme, y por ende, que me perdones también, lamento haberte hecho cargar con mis ideales de “mejor amiga” y haber decidido que no eras suficiente, perdóname por no saberme despedir. Seguramente te hice sobrepensar y no sabes cuánto lamento eso. Estaba muy herida y enojada, solo quería dejar de esperarte…
No te imaginas la falta que me has hecho, las veces en las que he sentido un inmenso arrepentimiento de haberte dejado, lo mucho que te amo, preciosa. Sin embargo, con mi corazón estrujado y mi alma quebrantada, te digo que no sé si quiero que vuelvas. Lo siento, pero es que ya no me gustaba cómo eras y siento que tú sentías que te juzgaba pero jamás fue así, solo me preocupaba por ti. Ahora, no sé por qué desconozco tu versión actual, así como tú desconoces la mía, y aunque volvieras, no seríamos las mismas, ¿cómo podríamos? Si eso fue lo que desgastó la amistad.
A pesar de ello sábete siempre amada, respetada y honrada por mí en todas mis versiones, y que por ese cariño tan infinito que te tengo, la puerta estará abierta, no para retomar la amistad; sino para sembrarla. Volviendome esclava de mis palabras: Nada es para siempre.
Te dejo en papel el abrazo que no pude concretar.
Te deseo una muy feliz y placentera vida, llena de amigas, aunque yo no forme parte de ellas. Todas nos merecemos eso: Amigas…

PD: Al resto de mis desamistades,
a las que yo aleje y maltrate
lamento mucho no saber estar y ser amiga
lamento habernos convertido en desamistad
Estoy mejorando así que les dejo la puerta abierta
Aquí estoy por si un día desean volver
Su amiga del momento
Danny Morada.
Contenido Multimedia para hablar del tema
Podcast:
- 6 de Copas: ¨La amistad y sus rupturas¨
- Se regalan Dudas: “Duelos de Amistades” o “Alejarte de tu mejor amiga”
- Punto Final: “Hablemos sobre el duelo de amistad”
- Las Alucines: “Alucines”
TikToks:
Libros
- “¿Amigas para siempre?” de Claire Cohen
- “Mala Amiga” de Bruta