Reinas Magas
La tradición que marca el final de la temporada navideña es muy especial y está presente en los recuerdos de nuestra infancia. Con alegría, escribíamos una carta con peticiones especiales para tres seres mágicos que nos traían regalos. Hablamos del 6 de enero, el soñado “Día de Reyes”.
Con emoción, tomábamos una hoja (quizá arrancada de alguno de nuestros cuadernos) y escribíamos lo que deseábamos recibir. Algunas cartas se colocaban en un zapato bajo el árbol; otras se ataban a un globo que soltábamos al cielo con la esperanza de que llegaran a los Reyes Magos y, en ocasiones, simplemente las dejábamos bajo el árbol navideño. Pero, ¿y si en lugar de Reyes Magos, fueran Reinas Magas?
En México, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020, cerca del 40% de los hogares carecen de la presencia paterna. El abandono del hogar por parte de los hombres es una realidad alarmante, aunque tristemente normalizada. Hablar de madres solteras parece algo cotidiano, como si no tuviera un impacto profundo en la vida de quienes lo enfrentan. Pero lo tiene, y más del que imaginamos.
Esta situación afecta la vida de millones de mujeres, quienes se ven obligadas a dejar de lado sus sueños y su desarrollo personal para asumir todas las responsabilidades del hogar. El abandono por parte de los hombres no solo representa una forma de violencia patriarcal, sino también un mensaje implícito de que sus acciones no tendrán consecuencias, manteniendo intactos sus privilegios.
Este abandono de responsabilidades como cuidadores deja a muchas madres a la deriva, obligadas a convertirse en el único sustento económico y emocional de sus familias. Según datos del INEGI, alrededor del 27% de los hogares en México están encabezados por mujeres, un porcentaje que sigue en aumento y que no debe tomarse a la ligera. Estas mujeres, además de ser el único sustento, enfrentan prejuicios, carencias y un sistema laboral que no las favorece.
Por eso debemos hablar de las Reinas Magas: mujeres que, a pesar de todas las adversidades, mantienen la esperanza, la inocencia y la magia en las vidas de sus hijas e hijos. Ellas enfrentan un sistema que las violenta negándoles oportunidades laborales y recursos para equilibrar la vida familiar con la profesional.
El abandono no solo es económico, sino también físico y emocional. Aún así, las Reinas Magas logran transformar el cuidado en magia. En términos económicos, su aporte es invaluable. En México, el 70% de las madres solteras son económicamente activas. A su vez, el valor del trabajo no remunerado realizado en labores domésticas y de cuidado equivale a 8.4 billones de pesos (26.3% del PIB), según datos del INEGI de 2023. Este aporte supera incluso sectores clave como la industria manufacturera y el comercio.
Decir “gracias” a las mamás por cuidarnos incluso más que a sí mismas es insuficiente. Gracias a las Reinas Magas, que convierten el cuidado en magia y nos permiten creer en ella cuando somos niñas y niños. Ustedes son un ejemplo de lucha, valentía, resiliencia y amor incondicional.
Aunque seguimos exigiendo un cambio para erradicar cualquier forma de violencia contra las madres y las infancias, hoy queremos reconocerlas. Ustedes son las verdaderas Reinas Magas, quienes nos regalan esperanza y valentía, tesoros que se guardan por siempre en nuestras memorias y en el corazón.
Gracias a mi Reina Maga por enseñarme que la magia existe.
Gracias, Reinas Magas.