“Era entonces un delito ser mujer, y si la mujer tenía facultades artísticas, era mucho peor, se le sentaba en el banquillo de los acusados, y después se le sometía a toda clase de torturas”. María Izquierdo, Autobiografía

Quería salir de mi pueblo y me puse a buscar actividades en la Ciudad de México. Encontré el título de una exposición en el Museo de San Carlos que llamó mi atención: “Pintar en femenino: mujeres en el sistema artístico mexicano, 1846-1940. Homenaje a Leonor Cortina. Encajaba perfecto con mi plan de conocer a más mujeres artistas. No demerito el talento de los hombres, pero he tenido suficiente, quiero/se necesitan nuevas perspectivas.

La visión de las mujeres sobre la vida es distinta a la de los hombres porque ellas, nosotras, hemos vivido en condiciones distintas: oprimidas y ocultas. En el contexto que abarca la exposición, el rol de las mujeres se vincula con la reclusión a su casa. Las primeras en ser presentadas fueron Guadalupe Moncada, Guadalupe Carpio, las hermanas Julia y Josefa Sanromán y Angela Icaza. Ellas representaron escenas de su intimidad hogareña o retratos.

Después les siguieron Pilar de la Hidalga, Guadalupe Velazco y Senorina Merced Zamora. Destacadas pintoras de paisajismo. Finalmente, la exposición muestra el trabajo de las muralistas María Izquierdo y Aurora Reyes.

De cada una de las mujeres se reveló su nombre, su obra y su vida. La mayoría de las historias convergen en el desafío que fue ser mujer y artista en la época decimonónica. Las mujeres demostraron gran capacidad artística y ejecución impecable, aun sin tener formación profesional, pero la sociedad escéptica demeritó su talento. Las mujeres no firmaban sus obras porque sus creaciones se quedaban en su familia, por eso no es tan sencillo rastrear su arte. Las mujeres abandonaron su vida creativa para atender su deber ser como esposas y madres. Las mujeres no se reconocían a sí mismas como artistas, ¿cómo lo harían con las ideas y las expectativas de su tiempo sobre ellas?

Tuve la fortuna de llegar a tiempo para una visita guiada, Isabel fue una estupenda guía. El grupo se compuso mayormente de mujeres. Mujeres conociendo a mujeres volvieron jubilosa la experiencia. El recorrido estimuló la conciencia crítica de las personas sobre las ideas del pasado que todavía resuenan. “Pintar en femenino” muestra la visión de las mujeres en el arte y en la sociedad. El propósito de la exposición fue visibilizar los nombres de pintoras mexicanas y las dificultades a las que se han enfrentado para que se les reconozca como artistas, no musas.