Lorena Beltrán es cofundadora y directora de CannabiSalud, un congreso internacional de la industria del cannabis, que se lleva a cabo en México. Ha sido parte de diferentes empresas en Estados Unidos que se dedican a la comercialización de productos derivados de la planta del cannabis y cáñamo, una de ellas fue Charlotte´s Web. Es una experta en el tema que ha aportado su conocimiento tanto a instituciones públicas como a empresas privadas en el continente Americano. 

Una de sus metas es divulgar el conocimiento sobre la planta del cannabis para quitarle el estigma que se le ha impuesto durante años. Además, Lorena es una fiel creyente de que las mujeres tienen la posibilidad de ser parte de la industria del cannabis y mejorar su calidad de vida. En esta entrevista, nos habló sobre su experiencia como experta del cannabis, así como las formas en las que las mujeres se han relacionado con esta industria.

¿Cómo fundase CannabiSalud?

Lo fundé con mi socia Jazmín Aguiar, desde 2017.

Empecé en 2014, trabajando en Colorado para Charlotte´s Web . Aprendí muchísimo de eso y sabía que México iba a seguir los pasos de Estados Unidos, que legalizó primero el uso médico, luego el recreativo.

En 2017 aprueban la ley de uso medicinal en México y en ese mismo año presentamos el primer CannabiSalud en Guadalajara, Jalisco, porque, como fuimos parte de las personas expertas que asesoraron en la Cámara de Diputados para aprobar la ley, ya sabíamos que se necesitaba informar sobre los beneficios de la planta. Se necesitaba un congreso donde los profesionales de la salud pudieran encontrarse y aprender. 

¿Cómo ha sido tu perspectiva como mujer en la industria del cannabis?

Por ser mujer obviamente una tiene ciertas trabas, sobre todo en Latinoamérica, donde todavía hay un patriarcado predominante en el área laboral. En su mayoría, los hombres tienen los puestos de liderazgo, de toma de decisiones. Por ser una industria nueva lo que buscan las empresas, los inversionistas, son personas con conocimiento.

No pueden preferir únicamente a los hombres, porque lo que necesitan es a quien sabe más, quien tiene mayor conocimiento, experiencia. Eso es lo que buscan a la hora de contratar, a la hora de buscar socias o socios. Es una gran ventaja, están disponibles los espacios para nosotras, siempre y cuando nos preparemos, tengamos el conocimiento y de verdad queramos estar ahí. 

¿Cuáles son las ventajas que tienen las mujeres al involucrarse con la industria del cannabis?

Las mujeres nos hemos conectado de una manera muy orgánica con la planta. Hay una aceptación directa entre las mujeres y el cannabis. Siempre hablamos de la abuelita que tuvo el frasco con alcohol y marihuana. Son las mujeres en el hogar las que se encargan de la familia, traen al hogar alternativas naturales para su cuidado, una de ellas la planta de cannabis.

La mayoría de las mujeres que emprendemos en esta industria tenemos una historia detrás, por ejemplo, se acercan a la planta porque viven con depresión, ansiedad, insomnio, la prueban, les funciona, quieren ayudar a más personas como ellas y crean su emprendimiento. Nuestra relación con la planta nos lleva a apasionarnos, se hace desde el corazón y eventualmente perduran estos pequeños negocios.

¿Qué impedimentos existen para los emprendimientos de mujeres en la industria del cannabis en México?

He visto a mujeres que han tratado de mejorar y evolucionar sus productos artesanales de cannabis. Esto quiere decir que se preocupan por mejorar el empaque y analizar el producto para saber exactamente qué contiene. Es importante saber cuántos cannabinoides tiene, de qué tipo. Se recurre a la autorregulación porque Cofepris está muy renuente a que ésta industria se desarrolle. 

A pesar de que tenemos una ley de uso medicinal que permite la siembra, cultivo, cosecha, transformación y venta de productos con fines medicinales, hay muchas trabas todavía:

1) Si el producto tiene más de 1% de THC (tetrahidrocannabinol, constituyente psicoactivo) es considerado un medicamento farmacéutico, por lo tanto se tiene que hacer estudios clínicos y trabajar con laboratorios farmacéuticos. Cuesta muchísimo dinero y por supuesto, para las personas emprendedoras, es algo inalcanzable. 

2) No está permitido el cultivo de la planta, ¿de dónde estás sacando tu materia prima? Por más bonita que esté tu etiqueta y empaque viene de una planta ilegal en México. 

En resumen, no permiten el avance de esta industria y es por eso que las personas que tienen estos emprendimientos, se tratan de autorregular, de hacer las cosas de la mejor manera posible. Para no generar un riesgo a la salud, tener un producto de calidad y disponible para las personas que lo necesitan.