La voz que se impone evita que las otras se escuchen. Supremacía por antigüedad, absurda creencia. ¿Ser adulto indica certeza, raciocinio, juicios determinados y afirmativos?, ¿qué hay de las infancias y las juventudes? 


Mafalda, Viñetas de Quino

El niño llora, busca defenderse de las risas burlonas y de los comentarios humillantes. Su interlocutora alza más la voz, él se calla. Esta vez no hubo golpes, claro que eso no supone un consuelo. Es su cuidadora, su mamá, su autoridad. Por eso él poco puede hacer.

Su familia no interviene, ¿cómo? Su padre vive para trabajar, “por tí, sabes cuánto cuesta tu educación, por eso te mando a escuela de paga”. Su abuelo tiene el mismo carácter que ella, “ya, cállate, déjalo, ya vas de nuevo”. Su abuela, lenitivo temporal.

¡Madre, le hablas a tu hijo! Él no es una posesión para destruir. Él es un ser humano, una persona igual a ti en esencia, en derechos. Merece respeto y  buen trato. Quizá no alcances a visualizar el daño psicológico que provocas, ese que repercutirá en sus futuras, sino es que ya permea, relaciones personales. 

¡Ya basta! Respetemos las voces de las infancias y las juventudes, de ellas surgirán nuevas perspectivas. Soltemos la necesidad de tener el poder, de anteponersenos a lxs demás.