Sacar los temas que preocupan a las personas menstruantes del ámbito de lo privado, lo vergonzoso y lo denigrante es una lucha activa. El pasado miércoles 23 de agosto, en el marco de las Conversaciones esenciales del Museo Memoria y Tolerancia, se dieron cita especialistas, activistas y legisladoras para dialogar y compartir experiencias en torno a la justicia menstrual.

 El foro se organizó en cinco mesas: Justicia menstrual, otras menstruaciones, menstruación en el ámbito laboral, y menstruación y menopausia en los medios de comunicación.

Michelle León. Organizaciones y activistas continúan la discusión en torno a la gestión menstrual. Cdmx 23 de agosto de 2023.

 Educación e información.  

Hacia el final del encuentro, una ponente mencionó: “En el siglo XXI hay propuestas pioneras de atención y justicia menstrual”. La primera encuesta nacional sobre menstruación fue publicada apenas este año, mientras que la medicina realiza proezas impensables hace 100 años en otros campos. La gran preocupación para la mayoría de las ponentes se encuentra en la deuda histórica que la medicina y la ciencia tienen con el entendimiento del cuerpo menstruante; un cuerpo que durante siglos ha estado relegado y olvidado junto con los cuerpos racializados. Salir de la ignorancia en la que se nos mantiene sobre nuestros cuerpos  resulta imprescindible para transitar a la justicia menstrual, desde un feminismo de datos, como el que mencionó Gabriela Rojas, fundadora de la organización “Sin reglas”, hasta la labor del estado en materia de educación pública. Preocupa la reflexión que lanza el Dr. León respecto a los procedimientos médicos actuales para tratar padecimientos como la dismenorrea, pues estos se aplican sin la previa actualización del personal médico acerca de los peligros, o la eficacia, de los analgésicos recetados. 

Diversidad. La voz de las jóvenes, hombres que menstrúan y menopausia. 

¿Cómo informar acerca de la menstruación y la menopausia en los medios de comunicación? Ante esta pregunta, la periodista Blanca Juárez resaltó, entre otras cosas, la importancia de deconstruir la narrativa de la feminidad, es decir, del discurso que equipara “menstruación” con “mujer”. Esta equiparación deja fuera otras realidades como, por ejemplo, la del médico especialista León Michael Licea , un ponente trans, quien habló, desde una experiencia distinta a la de las mujeres, sobre su menstruación, además de los retos particulares a los que se enfrenta. 

 Se hizo hincapié en visibilizar a las infancias y adolescencias menstruantes. Abandonar la narrativa feminizante también implica dejar de repetir que menstruar convierte a las niñas en mujeres adultas, ya que este discurso presiona a las infancias a transitar hacia una etapa de vida que no les corresponde. La voz de Leilan, por otra parte, resultó muy enriquecedora en este sentido, pues, al ser una adolescente menstruante, compartió dos barreras: Por un lado, se da por hecho el acceso que la juventud tiene a la información en internet, y, como consecuencia, se descuida la educación menstrual integral. Por otro lado,  el tabú persistente en torno a la menstruación hace que el proceso se viva en mucha soledad.

Si el tema de la menstruación continúa en penumbras, Gabriela Rojas dejó en claro que la menopausia es, entonces, materia oscura. En este sentido, la fundadora de la organización Sin Reglas se ha dedicado a promover la investigación, diagnóstico y acompañamiento sobre una etapa vital por la cual, como enfatizó Gabriela, todas las personas menstruantes vamos a transitar y que, sin embargo, sigue siendo un tema sin relevancia académica y pública. 

Michelle León.  Gabriela Rojas y León Michael Licea .Cdmx 23 de agosto de 2023.

Comunicación 

Tres periodistas hablaron de las dificultades que se atraviesan a la hora de escribir sobre menstruación en los medios de comunicación. Blanca Juárez del medio El economista, señaló la banalización mediática de los temas que conciernen al cuerpo y a los intereses de las mujeres y personas menstruantes, así como la necesidad de superar las barreras de la narración objetiva para darle lugar a la experiencia personal: “No puedo hablar objetivamente de menstruación, si yo misma menstruo”, mencionó la ponente.Asimismo, abordó la dificultad de hallar información confiable en fuentes tradicionales, porque, como ella afirma, las perspectivas médico/científicas suelen carecer de una visión de género.Por ello, la periodista insistió en la importancia del testimonio como fuente; Malvestida, aseguró Paola Alín, es un medio en el que informar sobre menstruación es indispensable, y Elizabeth Gonzales de Reporte Índigo, hizo un cuestionamiento a la representación gráfica de la sangre, que es permitida  en el caso de las notas sobre violencia, pero censurada cuando se trata de sangrado menstrual. Mirar de frente y sin eufemismos el sangrado y la menopausia, amplificar el testimonio y reivindicar el cuerpo, esa es la lucha de las periodistas. 

Michelle León. Blanca Juárez, Paola Alín y Elizabeth Gonzales, integrantes de diversos medios de comunicación.Cdmx 23 de agosto de 2023.

El gran problema laboral 

La empresa de productos de higiene y salud, Essity, no sólo colaboró en la organización del evento, también participó en las ponencias. Pilar Rubio, encargada del área de recursos humanos en la empresa, explicó las estrategias que Essity ha adoptado para mejorar la experiencia laboral de las personas menstruantes que forman parte de la empresa. Aseguró que estrategias como las licencias, baños limpios y con productos de salud menstrual, así como una comunicación abierta sobre el tema, son sencillas y no requieren de una gran inversión. Tal como señaló la activista, escritora y enfermera nepalí Radha Paudel, no hay lugar de trabajo en el que la gente no menstrue y, no obstante,  el espacio laboral alrededor del mundo no está preparado para atender las necesidades de los cuerpos menstruantes o con menopausia, sobre todo cuando se trata de contextos laborales precarizados. Este gran olvido del cuerpo menstruante implica para Raudha discriminación, lo mismo que violencia sexual y de genero. 

Michelle León. Radha Paudel, activista nepalí. Cdmx 23 de agosto de 2023

Este año se han presentado diversas iniciativas y reformas a la Ley Federal del Trabajo para incorporar días de baja temporal, con goce de sueldo, para las mujeres, y personas menstruantes, que padezcan dolor menstrual incapacitante. Aunque se trata de un avance significativo en materia de derechos a la salud menstrual, la iniciativa, al igual que la visión empresarial de Essity, sólo puede aplicarse en el campo del trabajo formal. De acuerdo con la ONU Mujeres, en América Latina y el Caribe, el 54% de mujeres con trabajos no agrícolas tienen empleos informales: El dato muestra el rezago existente en materia de derechos laborales. 

Lizeth Monroy Hernandez habló desde el contexto rural, en el cual la distribución, el acceso a información y productos de salud menstrual  tienen un rezago y una serie de dificultades mayores a las del contexto urbano. La desatención por parte del estado a las mujeres, y personas menstruantes, fuera de las ciudades, ha tratado de paliarse con colectas de toallas íntimas que se distribuyen en las zonas rurales, las cuales, de acuerdo con la ponente, no solucionan los problemas y se enfrentan a fallas estructurales como la desigualdad y la inaccesibilidad que muchas comunidades tienen a los servicios de salud. Es por ello que, para Lizeth, es tan importante cambiar el discurso de “higiene” por el de “salud” menstrual, haciendo del acceso a los productos y la información a este respecto un derecho.

Resulta imposible ignorar que las empresas, que lideran el mercado de la mal llamada “higiene femenina”, contribuyen a la desigualdad y a la inaccesibilidad de los productos. Se puede referir, por ejemplo, a la multa que enfrentaron empresas como Kimberly Clark, Productos internacionales Mabe y la propia Essity México en 2021, de acuerdo con notas publicadas en 2021 por Forbes y La Jornada. Dicha multa fue el resultado de la colusión entre los organismos para acordar un aumento de precios y la eliminación de promociones en pañales para bebés, productos para la incontinencia y la menstruación. La multa fue de 313 millones 473 mil pesos, pero, de acuerdo con La Jornada, el daño estimado a los consumidores alcanzó los 567 millones de pesos. 

Tres grandes preguntas sirven como cierre de este informe: 1) ¿Qué consecuencias genera que la iniciativa privada gestione los espacios de discusión sobre salud menstrual y post menstrual? 2) ¿Por qué no tuvo lugar el problema ambiental que acompaña a la producción de productos de higiene? 3) ¿Puede haber justicia menstrual sin justicia laboral? Sin lugar a dudas, hay que seguir la conversación. Urgentemente.

Michelle León. Conversaciones esenciales en el museo Memoria y Tolerancia. Cdmx 23 de agosto de 2023