De Paulina Martínez

Agnès Varda es una cineasta francesa, precursora del movimiento cinematográfico Nouvelle Vague. En 1962 presentó Cleo de 5 a 7, un filme que muestra a la perfección la soledad de una artista agotada por la fama. 

Es una película compuesta por 13 capítulos, donde se muestra la historia de Cleo (Corinne Marchand), una famosa cantante que tendrá que esperar durante hora y media los resultados de un examen médico. En una hermosa introducción a color (la única escena en este formato durante el filme) se muestran unas cartas tarot que presagian su futuro. 

El objetivo de la directora fue realizar una secuencia realista y precisa que uniera el tiempo diegético con el real, es decir, el que está fuera de pantalla. Deseaba que la audiencia sintiera la expansión del tiempo; explicó durante una de sus clases  que la percepción temporal se vuelve confusa cuando se espera algo y que eso se puede sentir, por lo tanto, las emociones influyen en la noción que se tiene de él.

Para explicar la psicología del personaje principal reflejó sus miedos en metáforas. Por ejemplo, su soledad se entiende por el contraste entre la interpretación de la actriz y los elementos que la rodean. Es notable en algunas escenas la presencia de la soledad a pesar de la multitud o compañía. 

¿Metáfora? 

Varda comentó durante una entrevista que en la primera parte de la película mostraba a Cleo como un personaje descrito por los demás aunque con el paso de los minutos ella evoluciona a algo más. 

Para Varda, esta idea es «una metáfora del feminismo (…) una reflexión feminista del día en que la mujer empezó a ver desde si misma a otras cosas, personas, paisajes y actos.» 

Con este filme es posible descubrir una historia donde se habla desde la experiencia. No cae en estereotipos ni en falsas representaciones femeninas (aprueba el Test de Bechdel), sino que explica el crecimiento personal de una hermosa artista que se preocupa por la belleza y la muerte. Logra recrear a la perfección a una mujer real de la década de 1960, quien posee sentimientos universales con los que, incluso en esta época, podemos empatizar.