Son Resistencia: las voces y ritmos que nos dan diversidad
“Son Resistencia”, un festival que celebra y reconoce el legado cultural de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas que forman parte de nuestra identidad y memoria, tuvo su primera edición el pasado sábado 6 de septiembre dentro del Helipuerto del Complejo Cultural Los Pinos.
Más que un festival, Son Resistencia fue un encuentro de voces, ritmos, gastronomía, arte y cultura que se reflejan en la lucha por la visibilidad y el reconocimiento de todos los pueblos y comunidades que forman parte de nuestro país.


Un poco de lo vivido durante el festival Son Resistencia | Fotos: Dayana R. Sedano
El evento arrancó con la presentación musical de Rumba Morena, grupo folclórico afrocubano de música y danza fundado en 1984 en el Barrio de Jesús María, La Habana. Es uno de los pocos grupos de rumba femenino en el mundo que busca transmitir a las mujeres la fuerza y energía que las caracteriza y de esa manera contribuir a que en un futuro no lejano hayan muchas más mujeres percusionistas en Cuba.
Al término de Los Negros y sus Fandangos, el símbolo de lucha y resistencia se hizó presente con La Danza de las Diablas, interpretada por el colectivo de Diablas Afrocosechas. Esta danza tiene su origen en la resistencia de las comunidades africanas esclavizadas en la época colonial y se percibe como una ofrenda del cuerpo a la historia.
Posteriormente se llevó a cabo una grabación en vivo del podcast Afrochingonas. Un proyecto interdisciplinario de creación, comunicación e investigación postproducido por tres mujeres jóvenes afrodescendientes: Marbella Figueroa, Scarlet Estrada y Valeria Angola quienes comparten sus experiencias para reflexionar sobre las posiciones que ocupan en esta estructura racista, patriarcal y capitalista.
A las 16:30 hrs., la cumbia y el rap afrodiaspórico tomaron el control del escenario con La Negra Mexa y Las Cumbiancheras. La euforia y el baile se hicieron presentes, pero más importante aún es conocer lo que hay detrás dé.
“Buscamos visibilizar y nombrar lo que históricamente había sido negado, que es nuestra herencia y nuestra ancestría negra, el México negro, la Mérica Latina”, expresa La Negra Mexa, acordeonista afromexicana quien busca, mediante la música, preservar y visibilizar las raíces negras que desde siempre han estado presentes en nuestro país.
Dayana Vásquez, percusionista de Las Cumbiancheras en entrevista para Artistas No Musas dijo que “es importante visibilizar a las mujeres, posicionarnos, tomar los espacios […] Yo me siento inspirada por otras mujeres y creo que también inspiramos a más mujeres, ¿no? A que se animen a hacer, a realizar sus sueños, si es la música, si es el arte, si es la cocina, si es lo que sea, pero que lo hagan y que lo tomen y que se empoderen”.
Otro punto importante que destacaron en la entrevista fue la importancia de generar espacios para la difusión del antirracismo. “Generar un espacio en comunicación con el público que sensibilice, ¿no? Hacia todas las desigualdades, opresiones que vivimos sistemáticamente y claro, por supuesto las mujeres, ¿no? Como bien dice Day, los espacios para mujeres músicas cada vez más tomarlos y que sean dignificados, o sea, que tengamos una dignificación de nuestros espacios”.
El evento finalizó con “ELLAS SUENAN: versos de raíz”, con la participación de Mare Advertencia, rapera feminista de origen zapoteca quien estuvo acompañada de Sótera Bazendu, Chan Lupita, Ixi’im Ko’olel (Mujer Raíz), Killbeat y DIDXAA, quienes compartieron sus raíces que florecen en rimas cargadas de historia, identidad y resistencia.
“Lo que yo hago tiene que ver cómo encontrar mi lugar en el mundo con la identidad que preservo, con todo lo que yo soy y creo que en eso nos podemos ir encontrando en coincidencias con otras personas afuera […] volverse como un referente en una sociedad que te calla, que te aísla, que te invisibiliza. Estamos aquí” Mare Advertencia.
Así concluyó Son Resistencia, un encuentro de voces, arte y mujeres que nos inspiran alzar la voz y nos recuerdan la importancia de reconocer, valorar y amar nuestras raíces y nuestra diversidad cultural.
