8 de marzo de 2023. El bermellón creciente de la tarde reposaba sobre las mujeres reunidas en la Plaza de la República. A lo lejos se miraban monumentos y establecimientos cerrados, amurallados y protegidos de la iconoclasia; así como el despliegue de cientos de policías. La movilización de contingentes se hizo presente, en la Torre del Caballito se vislumbró la organización de una primera colectiva: Crianza Feminista.

Los familiares de Diane Moreno y Yessica Prado encabezaron el contingente de madres y acompañaron su recorrido con una lona que exigía su búsqueda y justicia.

Las y los familiares reflejan en sus rostros y voces el recuerdo intacto y la sed de justicia para sus mujeres. Con firmeza al caminar y sin titubear al hablar de aquello que su corazón esperanzador nunca calla: búsqueda, esclarecimiento de los hechos y justicia para sus casos.

Alicia García. Se busca. CDMX, 8 marzo, 2023.

Las madres son «mujeres buscadoras que recorren los desiertos, que entran a cuevas y callejones en dónde ni los policías quieren entrar. Buscando un hueso o una pista que les de paz, la paz que el gobierno no puede darles», mencionó en su posicionamiento una de las dirigentes de la colectiva.

Las pancartas, globos y carteles llamaban la atención de los medios de comunicación. Fue frente a la torre prisma cuando estos comenzaron a grabar y hacer preguntas a los familiares. Brindar una entrevista abre la posibilidad a ser escuchadas y escuchados, de visibilizar sus exigencias y dolores.

En avenida Juárez se vociferaba: «mujer, escucha, esta es tu lucha», «tranquila, hermana, aquí está tu manada», «vivas se las llevaron, vivas las queremos», «ni una más, ni una más, ni una asesinada más»; consignas que entonaban todas las asistentes, cánticos que marcaban recorrido y abrían paso a las de atrás.

Alicia García. Mexicanas en resistencia. CDMX, 8 marzo, 2023.

Metros más adelante del hemiciclo a Benito Juárez se realizó un primer descanso. La colectiva Crianza Feminista pidió que en ese momento tomara agua, cambiaran pañales, comieran o hicieran lo necesario para continuar con el recorrido. Durante esos minutos, se cantaron consignas y se prendían bombas de humo morado.

Alicia García. Marea violeta. CDMX, 8 marzo, 2023.

Terminado el descanso el contingente se volvió a organizar. Fue hasta llegar al Palacio de Bellas Artes cuando se detuvieron a escuchar a un grupo de chicas; quienes al ritmo de tambores entonaban: «mujer contra la guerra, mujer contra el capital, mujer contra el machismo y el terrorismo neoliberal», y a su vez, las presentes contestaban. Todas cantaban. Todas gritaban. Todas luchaban. «Es un grito a la justicia», mencionó la familiar de Yessica Prado.

Alicia García. Justicia para Yessica. CDMX, 8 marzo, 2023.

«Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente» era otro de los cánticos que todas gritaban y que a su vez las acompañó cuando pasaron por el Eje Central hasta llegar a avenida Cinco de Mayo. Las y los familiares, colectivas y demás mujeres, continuaron su trayecto brincando, cantando y procurando unas a otras.

Las dirigentes –mujeres con megáfono– dan paso para que la marcha llegue a la plancha del Zócalo. A unos cuantos metros de las vallas que amurallan el Palacio Nacional, la colectiva abre el micrófono a las manifestantes que decidan compartir sus historias.

Alicia García. Bengala en resistencia. CDMX, 8 marzo, 2023.

Cuando las mujeres relataban, las infancias también gritaban: «yo sí te creo». Mientras veía a una joven llorando, una de las niñas preguntó: «mamá, ¿por qué llora?». Ellas y ellos no tendrían porqué saber de dolor y temor; pero la lucha es por eso mismo, para que sean dueños y dueñas de su libertad.

En la plancha del Zócalo se afianzaron los dolores e historias. El dolor de una, es el dolor de otras, de todas. Ya lo dijo la madre de Diane Moreno: «tu dolor es mi dolor, mi hija desaparecida es la hija desaparecida de todas […] A todas nos duele.»

Alicia García. Diane, tu mamá te busca. CDMX, 8 marzo, 2023.

«Hoy hicimos historia, igual que todos los días, pero hoy juntas y en este mismo espacio público. Gracias.» Es así como se le dió fin al micrófono abierto. Sin olvidar que las mujeres resisten todo el año. Las calles retumban de rabia, dolor, recuerdos y una marea violeta que seguirá exigiendo justicia.